domingo, 2 de abril de 2017

Agua




A tod@s os cuento que trabajo mucho todo el día acompañando a estos niños de Macas. Viviendo momentos de tranquilidad, alegría, diversión, juego pero también de tensión y de confrontación. Son unos benditos que necesitan ese amor y ese espacio que la Casa Padre Silvio les da y paradójicamente (esto es muy humano) a quien más amas es con quien tienes las mayores broncas. Son las dificultades que se van superando las que hacen que estrechen los lazos y se vaya alcanzado la fraternidad. Cuidarlos en el día a día es  mi labor, elevar sus dificultades, intentar que cojan alas y se hagan fuertes, potenciar sus virtudes, empoderarles y hacerles que se lo crean. ¡Que son hijos de Dios y son maravillosos!

En ese trabajo, bien lo sabéis muchos, se acaba agotado y cuando trabajas, y convives diariamente con poblaciones en exclusión algunos días sientes fracaso y frustración, en el acompañamiento no se ven los resultados ya. Tampoco importa caerse...cuidarse con los compañeros, los propios participantes, retirarse a tiempo, pedir ayuda, buscar otras alternativas, ver con perspectiva y misericordia la realidad que se vive, pedir perdón, orar, el silencio, algo de deporte...hay armas para no rendirse y seguir peleando y pelear a estos chicos (Samuel, un abrazo).

El pasado viernes tuve un día de pasar por todo el abanico de emociones en el trabajo  que acabo a las 18.30 horas reventando a lo que se juntó la distancia física de la que os tengo. Reventé en forma de agua que emanaba de mis ojos como un grifo oxidado. Que pasada, que bien me quede y que bien dormí por la noche. Sábado, domingo....silencio. Lunes: de nuevo a pelearlos. Así vivo.

En los momentos para mí, he caminado y visitado algunos lugares de Ecuador, disfrutando del paisaje y sintiéndome realmente pequeño ante la inmensidad de la pacha mama, conociendo y mezclándome con algunas de las personas y muy agradecido por la familiaridad y cercanía de todas las personas con las que hablo. Pero lo que más me fascina es el agua, esa agua que salió de mí y ese agua del que estamos hechos. Cuando llegué llevaba fatal la lluvia, todos los días llueve un poquito en Macas. A veces por las noches llueve durísimo y el zumbido  del choque del agua con las placas del techo me generaba desasosiego y me despertaba...me costaba coger el sueño de nuevo. No estoy acostumbrado a tanta agua. El agua lo remueve y limpia todo, las emociones también. Comprobado. El agua es fuerza y todo lo que genera es vida para bien o para mal...  El Agua es Santa.

Cascada de Ulba (Baños)

Pailón del diablo, río Verde (Baños)





Agua santa dame claridad y coraje
paʹ poder seguir en este viaje 
Con la gente, por la tierra, 
por la vida que se aferra.
Con la gente, por el agua,
con la gente, por la tierra.

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