…en Limón, en la escuela de incidencia política de Caritas
Ecuador. Discutíamos un grupo de voluntarios que era el “buen vivir”. Como
hemos cambiado la realidad y la forma de consumir y producir. Vamos a rebobinar
un poquito…
…hola, hace mucho que no os saludo por aquí y, aunque alguno
de vosotros ya lo sabe, los meses de abril y mayo han sido de un viaje y
reconstrucción íntimo. He preferido no compartir nada y un poquito de silencio.
Muchas pequeñas cosas que sumadas en
esos dos meses, en cierta medida me desgastaron y me quemaron, un poquito o un
muchito. No se si entenderás algo, pero cuando regrese ,si me preguntas ,
vomitare despacito todo lo que sucedió. Pasado es y saque en claro lo duro que es para
mí la obediencia y los limites de la obediencia con la sumisión….
Seguimos….os contaba que en ese grupo discutíamos sobre la importancia de la unidad
dentro de la Iglesia. Se respiraba cierta indefensión acerca de cómo se estaba
desarrollando su ciudad y lo la Iglesia allí quería. Se tocaba el gran problema
que sufren en esta zona los habitantes de la explotación, sin escrúpulos, del petróleo
de la zona en favor de interés económicos y con consecuencias, en ocasiones
devastadoras, para su naturaleza y economía (que se veía subrogada a la compañía
de turno). Nos hablaban de como tienen tierras, pero en ocasiones no un mercado
en el que darle salida a sus productos. Nos hablaban de la labor de Cáritas acompañándoles
para producir alimentos ecológicos y generar familias autosuficientes. Esa es
la principal labor de la Iglesia en estas zonas generar espacios de consumo
alternativo porque el “normal” había devastado su forma de vida y sus valores.
“A la continua
aceleración de los cambios de la humanidad y del planeta se une hoy la
intensificación de ritmos de vida y de trabajo, en eso que algunos llaman
«rapidación». Si bien el cambio es parte de la dinámica de los sistemas
complejos, la velocidad que las acciones humanas le imponen hoy contrasta con
la natural lentitud de la evolución biológica. A esto se suma el problema de
que los objetivos de ese cambio veloz y constante no necesariamente se orientan
al bien común y a un desarrollo humano, sostenible e integral. El cambio es
algo deseable, pero se vuelve preocupante cuando se convierte en deterioro del
mundo y de la calidad de vida de gran parte de la humanidad” .Laudato Sí
-18 (Papa Francisco).
Suena a sueño cuando tratas de llevarlo a nuestra comunidad…ser
autosuficientes y elegir otra forma de consumir, que es en definitiva elegir
otro modo de vivir. Me entristece comparar consumo con vida, pero sentimos que
es así.
Os dejo un cuento para que reflexionemos y os animo a que investiguéis
acerca del “buen vivir”. Ponedlo en google!!!
También unas fotos, un abrazo fraternal!!!
Un empresario paseaba por el puerto, cuando
observó a un modesto pescador. El pescador regresaba con sus redes en su
pequeña barca, y al desembarcar al muelle, el empresario advirtió un cubo lleno
de pescados. El empresario se aproximó al pescador y aseveró:
– ¡Es un pescador muy bueno! Usted sólo y
con esa pequeña barca ha pescado demasiados peces ¿cuánto tiempo dedica a la
pesca?
El pescador respondió:
– Pues
mire usted, yo la verdad es que nunca me levanto antes de las 8:30. Desayuno
con mis hijos y mi mujer, llevo a mis hijos a la escuela y acompaño a mi mujer
al trabajo, luego voy tranquilamente al muelle, donde subo a mi barca para ir a
pescar. Estoy una hora u hora y media, como mucho, y vuelvo con los peces que
necesito, ni más ni menos. Al llegar a tierra, me recuesto en un camastro a
leer el periódico mientras disfruto del paisaje, luego voy a casa a preparar lo
que pesqué, y paso la tarde tranquilo, hasta que vienen mis hijos y disfrutamos
haciendo juntos los deberes, paseando, jugando…
–Entonces me dice que en sólo una hora y media ha pescado ¡todos estos peces!
Definitivamente usted es un pescador extraordinario. ¿Ha pensado en dedicar más
horas al día a la pesca?
–¿Para
qué? Pregunta el pescador.
–Pues
porque si invierte más tiempo en pescar, 8 horas por ejemplo, usted tendría 8
veces más peces, y así tendría un superávit de peces que le permitirá venderlos
y ¡obtener dinero!
–¿Para
qué? Pregunta una vez más el pescador.
–Pues,
mire usted, con más dinero usted podría comprar una barca más grande, o incluso
contratar a pescadores para que salgan a faenar con usted, y así tener más
capturas.
–Y el
pescador insistente pregunta una vez más ¿Para qué?
–Pues
con este incremento de ventas, su ingreso neto sería envidiable. Su flujo de
efectivo sería el propicio para llegar a tener una pequeña flota de barcos, y
así, hacer crecer una empresa de pesqueros que le harían a usted muy rico.
–¿Para
qué?
–¿Pero usted no ha entendido nada? Con este
pequeño imperio de pesca, usted sólo tendría que preocuparse por dirigir su
empresa, tendría todo el tiempo del mundo, para hacer lo que le venga en gana.
No tendría que madrugar nunca, podría desayunar cada día con su familia, podría
jugar con sus hijos por la tarde…
– Por lo que veo mi señor, el que no ha
entendido nada es usted. Dijo el pescador mientras tomaba el periódico y se
recostaba en su camastro.
Visitando a los niños en el barrio Lenín Moreno de Macas |
Mauricio, secretario general de Cáritas Ecuador, impartiendo la formación en Limón |
Con Sebastián, en el Chimborazo |
En Guamote, visitando proyecto de agricultura que Cáritas Ecuador acompaña. |
Ayampaco, comida típica del Oriente de Ecuador. |
Selfie con las voluntarias salesianas y Fernando (Caritas Española) |
Vista del río Macuma. |
Jugando en la Casa Padre Silvio |
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